jueves, 5 de marzo de 2009

Relaciones... ¿destructivas?

Hace tiempo escribí una entrada (El amor y sus prosaicas realidades) que incluía una carta a mi chico. Ahora es mi primera semana viviendo con él, lo cual me tiene oscilando entre la felicidad y repentinos ataques de miedo. Supongo que lo peor ya pasó. A lo largo de los últimos meses, las dudas quedaron atrás luego de interrogatorios exhaustivos de mis mejores amigos pero sobre todo tras comprobar que E. está conmigo en las buenas como en las peores, siempre dispuesto a resolver el conflicto y hablar.
E., mi chico es adicto en recuperación. Eso hace que nos entendamos muy bien en el tamaño e intensidad de nuestros miedos y retos, pero también nos hace chocar dolorosamente. Para él nunca es suficiente, siempre quiere más; para mí, nunca soy suficiente. Espada afilada en ambos lados, difícil de sostener sin cortarse.

Archeological reminiscence of Millet's angelus, de Salvador Dalí, 1935


La única forma que hemos encontrado seguir juntos es teniendo cada uno bien claros sus peligros y reconocer los del otro o incluso dar el aviso en caso de riesgo, pero sin involucrarse. Un equilibrio difícil, más parecido a caminar por el filo de la navaja que al "y vivieron felices por siempre". Pero así lo elegimos, así lo queremos. Otros personajes hacen otro tipo de historias.
Quizá vivir juntos sea constantemente peligroso, pero vivir es así. Todos vamos a morir y eso puede ocurrir en cualquier momento, sólo que ahora ninguno de los dos lo buscamos directamente.
Supongo que convivir con él también ha sido parte importante de trazar mis límites, de lidiar con mis deseos de dar gusto a todos en todo. Y desde luego, esta relación también me ha hecho ver que quienes nos aman lo hacen no a pesar de nuestros defectos, sino con ellos, porque al final somos un todo.

La imagen es un cuadro de Vincent van Gogh, otro de mis pintores favoritos.
El cuadro me parece de una felicidad alucinante, casi delirante.
Porque quizá los locos tenemos una felicidad así de grande.



En fin, deséenme suerte en la aventura.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Al principio da como vértigo, pero luego, cuando la relación es así, va todo sobre ruedas siempre que los dos pongan de su parte.
Suerte!

Nel dijo...

Te deseo muchísima suerte.
Yo aún no he llegado a convivir con otra persona que no sean mis padres y mi hermano. En una ocasión estuve haciendo planes para ello, pero finalmente nos echamos atrás, y de alguna manera ese fue el fin de la relación, pero era una relación bastante destructiva, así que fue un buen fin... Ahora ni siquiera tengo pareja, pero todo se andará, y seguro que llegaré a lo que tú algún día.

Yo creo que lo importante es la comunicación entre ambos, y veo que eso está, así que seguro que cualquier problema que surja se solucionará. Por otro lado, eres una valiente, y seguro que, aunque al principio dé un poco de miedo, todo irá genial.

Te deseo, bueno, os deseo, lo mejor.

Un abrazo muy fuerte.

Nel dijo...

P.D. Por cierto, me ha encantado la parte de:
"quienes nos aman lo hacen no a pesar de nuestros defectos, sino con ellos, porque al final somos un todo."

Y no te preocupes por lo del "vivieron felices para siempre", porque yo creo que es una utopía, ya que la convivencia siempre tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y cada relación tiene de ambas, además de que cada una es distinta. Si una persona es distinta de cualquier otra, es obvio que cada relación será distinta de otra. Lo importante, creo yo, es el respeto, la aceptación del otro, la comunicación, y saber ceder en ciertas cosas, o poner nuestros límites cuando sea necesario...

Besos.

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Petitsweet: por ahora todo va tranquilo... lo cual no deja de ser extraño, ya que los dos vivimos en vértigo. Pero es hermoso despertar juntos, dormir juntos, vivir uno al lado de otro. Iremos viendo.
Nel.la: Yo también me eché atrás un par de veces antes de decidirme (una con unos amigos, otra ya con mi chico). Y claro que lo de la pareja andará. Cuando tú estés mejor, es algo que llega solo. Y en efecto, ser valientes (como lo eres tú también, y mucho) ayuda. Besos.

Anónimo dijo...

Tengo poco de leer tu blog, me ha gustado mucho lo que he leido hasta ahora. Respecto a tu ultima frase "Porque quizá los locos tenemos una felicidad así de grande" es algo que antes ya me habia planteado, que pese a todos los contras que lleva consigo el ser seres hipersensibles (yo como tu vivo con un TCA) tambien hay cosas buenas, podemos sentir como pocas personas la felicidad y el enamoramiento entre otras muchas emociones. Creo que desde esa prespectiva me agrada ser quien soy. Te deseo mucha suerte en tu relación, supongo que lo unico que hacer es entregarse sin miedos y disfrutarla al maximo.

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