domingo, 8 de marzo de 2009

Dos premios. Reconocer cuando uno resbala...

Luego de una breve ausencia, he retomado el blog. No quise escribir durante unas semanas porque estaba pasando por un momento difícil: problemas en el trabajo, gripa durante un mes, baja de defensas, mudanza y un largo etcétera.
Ahora estoy increíblemente feliz, ya instalada con mi chico y con lo del trabajo solucionado. Sin embargo, el bajón me hizo plantearme la posibilidad de regresar a terapia. Como mi caso es crónico, aunque terminé la terapia desde septiembre de 2008, he seguido yendo a controles periódicos con la nutrióloga cada mes o mes y medio. Mi próxima cita es el martes y creo que en ella hablaré de la posibilidad de volver a terapia, dependiendo de cómo me vea la nutrióloga.
No es que me sienta mal en este instante. No es que esté como estaba en 2006 cuando inicié el tratamiento. Es simplemente que he tenido tiempos difíciles, y quizá debo admitir que necesito un poco de ayuda extra.
Por todo esto, me han animado dos regalos que he recibido. Son dos premios, ambos con nombre en portugués. Los dos me emocionan mucho, porque vienen de gente muy sensible, y también porque el portugués es nuestra lengua hermana y me parece increíble que premios brasileiros o portugueses lleguen a blogs latinoamericanos o hispánicos.
Uno es de Nel.la, cuyo blog Unicornios Plateados nos muestra la inmensa veta artística de esta chica. Acá nos comparte poemas y también estupendos dibujos que muestran su inmensa valentía y tesón para luchar contra un trastorno de la alimentación en estado crónico.



Y el otro me lo concedió Iron Princs, cuyo blog Princesa de Hierro es intenso, visualmente fuerte, pero también con toques de romaticismo.

Gracias a ambas, ya que este tipo de detalles me animan a seguir adelante, no sólo con el blog, sino también con la batalla.

jueves, 5 de marzo de 2009

Relaciones... ¿destructivas?

Hace tiempo escribí una entrada (El amor y sus prosaicas realidades) que incluía una carta a mi chico. Ahora es mi primera semana viviendo con él, lo cual me tiene oscilando entre la felicidad y repentinos ataques de miedo. Supongo que lo peor ya pasó. A lo largo de los últimos meses, las dudas quedaron atrás luego de interrogatorios exhaustivos de mis mejores amigos pero sobre todo tras comprobar que E. está conmigo en las buenas como en las peores, siempre dispuesto a resolver el conflicto y hablar.
E., mi chico es adicto en recuperación. Eso hace que nos entendamos muy bien en el tamaño e intensidad de nuestros miedos y retos, pero también nos hace chocar dolorosamente. Para él nunca es suficiente, siempre quiere más; para mí, nunca soy suficiente. Espada afilada en ambos lados, difícil de sostener sin cortarse.

Archeological reminiscence of Millet's angelus, de Salvador Dalí, 1935


La única forma que hemos encontrado seguir juntos es teniendo cada uno bien claros sus peligros y reconocer los del otro o incluso dar el aviso en caso de riesgo, pero sin involucrarse. Un equilibrio difícil, más parecido a caminar por el filo de la navaja que al "y vivieron felices por siempre". Pero así lo elegimos, así lo queremos. Otros personajes hacen otro tipo de historias.
Quizá vivir juntos sea constantemente peligroso, pero vivir es así. Todos vamos a morir y eso puede ocurrir en cualquier momento, sólo que ahora ninguno de los dos lo buscamos directamente.
Supongo que convivir con él también ha sido parte importante de trazar mis límites, de lidiar con mis deseos de dar gusto a todos en todo. Y desde luego, esta relación también me ha hecho ver que quienes nos aman lo hacen no a pesar de nuestros defectos, sino con ellos, porque al final somos un todo.

La imagen es un cuadro de Vincent van Gogh, otro de mis pintores favoritos.
El cuadro me parece de una felicidad alucinante, casi delirante.
Porque quizá los locos tenemos una felicidad así de grande.



En fin, deséenme suerte en la aventura.

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