martes, 27 de enero de 2009

La visión de un familiar. Vero, la cara tras verdadanaymia

Aunque la he retrasado por exceso de trabajo, esta entrada es muy importante para mí. Por un lado, es la visión de un familiar sobre lo que se siente tener a alguien que amas muriendo por un TCA. Y por otro lado, porque algunas personas eligen convertir ese dolor y ese miedo en una lucha. Verónica es uruguaya, tiene 24 años y trabaja como analista programador. Con su alias skyline mantiene la página verdadanaymia, donde habla sobre temas relacionados con la imagen física y los trastornos de la alimentación para cambiar estereotipos.

Detrás del gran trabajo que Vero realiza está la impotencia y las preguntas, a veces sin respuesta, que desencadenan haber tenido un familiar con anorexia: su primo paterno. El siguiente es un texto suyo donde cuenta su experiencia con el padecimiento de su primo.


El verano que lo cambió todo
En la foto, los primos menores de Vero.
Vivo en una ciudad rodeada de playas, y todos los veranos venían a pasar sus vacaciones con nosotros mis primos de Argentina. Esto pasó a principios de los noventa, y aunque yo tenía sólo cinco o seis años aún tengo todo muy fresco y muy vivo en mi mente.
Pasábamos las tardes como niños: bajo los árboles a la hora de la siesta, riendo y tirando bombas de agua. Pero aquel año mi primo, seis años mayor que yo, no podía jugar con nosotros como antes; se cansaba, si subíamos al árbol debíamos ayudarlo, si corríamos con bombas de agua el siempre quedaba atrás.
Guardo muchas imágenes de aquel verano. Recuerdo que mis primos se quedaban en la casa de mi abuela que estaba justo enfrente de la mía, y a veces mi madre conversaba con mi abuela sobre lo flaco que mi primo estaba.
Una tarde íbamos para la playa y debimos parar unas cuantas veces porque él se cansaba y no podía seguirnos el ritmo, también escupía su saliva a cada rato, gesto que yo veía tan divertido en ese momento que me hacía reír mucho e incluso lo imitaba. Luego entendí que él escupía la saliva porque se negaba a tragarla, en un último acto de evitar que algo entrara en su estómago. Recuerdo una foto que nos tomamos en la playa: yo, a mis cinco o seis años, me veía mucho más gordita que él, con todo que siempre fui muy delgada.
Su situación era muy mala y él seguía empeorando, sus padres lo llevaron a varios médicos, pero en las revisiones de rutina no encontraron nada fuera de lo normal además de la desnutrición. La única recomendación fue que le dieran más de comer. Visitaron a varios médicos que diagnosticaron cosas distintas, desde un berrinche hasta gastritis.


Un caso ‘raro’


La imagen es de Dorothe Lange, Ghost Child (living in Oklahoma City shacktown), de 1936.



Entonces las cosas eran diferentes: en mi ciudad apenas recibíamos la señal de tres canales televisivos, Internet no había y la información respecto a los trastornos alimenticios no estaba muy difundida. Un día en un programa famoso, el de Susana Giménez, dieron información sobre la bulimia y la anorexia. Su madre anotó los números de una clínica privada que ahora es bastante famosa y al día siguiente lo llevaron allí.
Luego vino lo peor: la internación permanente, el haberse transformado en un caso raro por ser tan joven y varón, el delicado estado de su salud porque había perdido mucho pero mucho peso.
Yo dejé de verlo, simplemente porque él no podía cortar el tratamiento. Supe de él sólo por las noticias de mi abuela: que le daban calmantes para que durmiera e hiciera la digestión sin que se purgara, que tenía moretones en los brazos porque debían apretarlo para que comiera, que lloraba mucho y rogaba que lo sacaran.
Esas frases se me fueron marcando a fuego, con tan corta edad no entendía el por qué estaba tan mal, ni qué iba a suceder. En otra visita de la abuela supe que habían quitados los espejos y la balanza de la casa, porque ahora le permitían ir los fines de semana y no podía verse ni pesarse para no interrumpir el tratamiento.
Escuché miles de veces las palabras recaída, llanto, preocupación, dolor… de la falta de dinero para costear los gastos del hospital… Escuché, escuché y escuché sin hacer mucho, porque era una niña.
Actualmente mi primo está dado de alta, ha superado sus problemas con la comida, y aunque el proceso fue bastante largo, hoy es una persona muy diferente de lo que fue en aquellos años. Es muy muy alto y grande, parece la antítesis de aquel débil muchacho que recuerdo, trabaja con su padre en un taller mecánico y tiene una vida normal.
A veces es difícil pensar que él, así como lo vemos ahora, pasó por todo eso.


La visión de un familiar

La enfermedad de mi primo me produjo muchos sentimientos, entre ellos el miedo; miedo a lo que fuera a sucederle, miedo a tener lo mismo, ya que todos se cuestionaban mi peso, y aunque yo comía bien había quienes ponían en duda si era normal o no lo que me sucedía. Se desató algo así como una paranoia familiar respecto al peso.
Logré ponerme en su lugar luego de muchos años, cuando llegué a la adolescencia y me hice siendo consciente de cosas que no se perciben cuando uno es un niño: pude ver lo fuerte que eran las presiones de nuestros pares y de la sociedad en su conjunto, pero también de la familia, que en su afán de llevar una vida de trabajo y éxitos económicos suelen exigir que los niños actúen como adultos, que asuman responsabilidades, hábitos y conductas que no son propias de su edad.
Aunque no pude ayudar realmente en su recuperación, no fue porque no quisiera, sino porque no vivía en su mismo país y por mi edad. Tal vez ese sea uno de los motivos de mi blog, poder ayudar en algún sentido a alguien.
Pienso que como familiar es importante acompañar al enfermo, pero sin entrar el círculo paranoico que es bueno ni para el enfermo ni para su entorno.
Haber tenido a alguien cercano padeciendo un TCA me hizo ver que es una enfermedad muy solitaria. Mi primo pasó muchas fechas importantes solo en la clínica, tenía pocos amigos y la enfermedad no sólo le cortó parte de su niñez y preadolescencia, sino que lo acompañó casi hasta su adultez porque recuperarse es un proceso lento y largo.


Verdadanaymia, el blog

En la foto, Vero.



Mi blog nació como consecuencia de una suma de acontecimientos: el año pasado en mi trabajo, realizando una búsqueda, me topé con una página de las que llaman pro ana donde se hacían las llamadas “carreras de kilos”, y eso me hizo tener un quiebre interior. Fue un shock, me invadieron la furia e incomprensión de volver retrospectivamente a mi niñez, de recordar esas piernas finas, esa carita demacrada, de ver desmayos, de sentir ese mismo miedo otra vez…
Así abrí mi blog, con muchas dudas, con miedos también, con todos mis prejuicios a cuesta, pero sobre todo con toda mi ignorancia y con ganas de cambiar algo, aunque no sabía muy bien qué. Sí, con todos esos elementos abrí mi blog, y fue a través de él que pude interactuar con otras personas que tuvieron o tienen algún TCA y empezar de algún modo a entender la situación, o al menos eso intento.




Texto y fotos: cortesía de Verónica Medina

12 comentarios:

Dhanaev dijo...

Lilith, Vero... me habeis emocionado, las dos...

Estoy conmocionada, y apenas me salen las palabras, el teclado se pelea con mi mente, yo con mis dedos que están tan torpes...

Vero, siento lo que tuviste que pasar, de corazón, como enferma... pensaba que no iba a afectar tanto al entorno cuando se enterase pero ahora... pienso en mi sobrino de 5 añitos... y dios mio, se me cae el mundo. No quiero que sufra, no puedo robarle ni un sólo ápice de su alegría... Abres mis ojos vero, graciass.

Y Lilith... eres una persona especial, tienes una sensibilidad, y una capacidad increible de lucha.

Las dos haceis el mundo menos duro, hoy necesitaba ánimo, y un empujón... lo habeis conseguido mis niñas, al menos durante un intante, no he tenido miedo de pedir ayuda, de salir adelante.

Sois unos ángeles, mil besos

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Dhanaev: creo que en efecto muchas veces no pensamos como nuestro padecimiento puede afectar a quienes nos aman. Hay que verlo por el lado bueno: ser felices y recuperarnos también multiplica la alegría a nuestro alrededor.
Y bravo por ti preciosa, que superar el miedo a pedir ayuda es algo bien grande.

Verónica Medina dijo...

Hola primero que nada, gracias por haberme presentado este proyecto y dejarme participar en tu blog.
Sobre el comentario de Dhanaev, creeme que jamás sentí enojo o algún sentimiento negativo hacia mi primo, creo que fue todo lo contrario, creo que los sentimientos tiene más que ver con el miedo a lo que uno no entiende.
No creo que debas sentir culpa por lo que generas en los demás porque como dice Lilith serán mayores los sentimientos de alegría que sientan cuando te vean bien, o en camino a tu recuperación.

También nos enseñan, sobre la fuerza, la entereza, la dignidad y muchas otras cosas, que tal vez no has notado pero están allí.

un abrazo a las dos

Nel dijo...

Hola!
También he estado leyendo varias entradas de tu blog, y me gusta cómo tratas el tema de los trastornos de alimentación. Hacen falta blogs que adviertan sobre estas cosas.
Lamentablemente, sobre todo cuando un@ no está demasiado bien, se leen bastante más los llamados blogs "pro ana". Me imagino que la propia enfermedad te empuja a caer más y más en ese abismo.
Incluso yo misma confieso (y lo escribí en una entrada de mi otro blog) que cuando estoy mal tiendo a ir a esas páginas, y por eso son tan peligrosas: si yo, que estoy en contra y soy consciente de mi enfermedad, acudo a ellas cuando tengo una recaída y estoy mal... no quiero ni pensar lo que puedan hacer a otras muchas personas tan o más vulnerables que yo.

Me alegra que te gustara mi entrada "Deseos de felicidad". De alguna manera mi enfermedad ha sido, o está siendo, tan larga, que he tenido que aprender a ser feliz a pesar de las caídas. He estado tantísimos años mal, que no me puedo permitir esperar a estar bien del todo para ser feliz. Debo ser feliz también a pesar de las caídas, aunque aún me quede mucho camino por hacer. Además, si no buscara esa felicidad, dudo que tuviera las fuerzas o las ganas para seguir luchando. Por eso también mi mensaje decía entre líneas: "sé feliz, incluso, y a pesar de, las caídas".

Respecto a mi otro blog, me temo que ya no podrás leerlo. Hace algo más de un mes escribí mi última entrada "Despedida", en la que anunciaba que cerraba el blog (realmente, como has visto, no lo he eliminado, sólo lo he cerrado a los lectores y lo he ocultado de mi perfil, pero básicamente es lo mismo, aunque puedo retomarlo si lo deseo, y al menos lo tengo guardado por si algún día me sirve).
Más o menos contaba mi experiencia, pero llegó el momento en que decidí pasar página en muchos sentidos de mi vida. No es que me haya recuperado del todo (aún me falta mucho), pero necesitaba cortar un poco con este mundo y abrirme a la vida en otros sentidos. Continué con el blog que has visitado, que es algo menos personal pero más creativo, un lugar de desconexión para mí y para otros, no un espejo a los que otros acudan por tristeza para sentirse comprendidos, sino más bien que acudan para leer poemas, escritos, o ver dibujos; que les hagan respirar un poco, y a pesar de que muchos poemas son un poco tristes, siempre lo seran menos que un testimonio lleno de sufrimiento, por mucho que la finalidad de dicho testimonio sea buena...

Muchas gracias por haberte pasado por mi blog. El tuyo me ha gustado. Procuraré pasarme más veces.

Nel dijo...

P.D. Vaya, acabo de darme cuenta de cuan largo he escrito el comentario... lo siento mucho, de veras; me imagino que tenía ganas de comunicarme y lo he "pagado" aquí... mil disculpas.

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Vero: Gracias a ti por tu texto. Como te dije, creo que saber esas cosas ayuda a abrir los ojos, a crearnos una consciencia distinta.
Nel.la: Me ha encantado tu comentario. Creo que las páginas pro son peligrosas en el sentido de que ensalzan el control y quienes las escriben (y las visitamos) pueden perderse tras esa ilusión. Me alegra por ti que hayas "pasado la página", al fin existen muchas formas de decir "adelante". Un abrazo.

~°Iris°~ dijo...

No se, no creo q algun familiar nuestro deba sentirse asi. mas bien no pueden sentirse asi y no quiero q esten asi!!!
Si, talvez me estoy muriendo cada dia, y eso no me afecta tanto como darme cuenta de que mis seres queridos estan sufriendo por mi de esa manera... no se si me explique, me gusta controlar mi vida y el "que tanto muero hoy", pero no quiero que ellos se sintan mal por eso. Me gustaria poder controlar eso.
Creo q ahora entiendo un poco mas el porq me insisten tanto en inicier el tratamiento

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Iris: Una vez se lo decía a otra chica: yo creo que nadie que nos ame es capaz de ver con los brazos cruzados cómo nos destruimos. Por otra parte, la anorexia sólo nos da una falsa sensación de control, porque al final la enfermedad termina controlándonos.

Anónimo dijo...

hola lilith, me eh sentido tan mal ulitmamente, esta enfemedad me esta consumiendo, em siento acabada, sola, y lo peor es q siento q nadie peude hacer nad por mi....tampoco keiro q nadie lo haga, estoy hundida en un avismo profundo del q no tego salida...leerete ys abe q tu y otras eprsoans q sufiereron de sto hoy estan bn me ahce pensar en luchar........muchas veecs me canso, hoy estoy cansada prefiero rendirme. Tengo tantos conflicots entre ana, r q es el amor de miv ida y la persona q me ha ehcho tanto daño la ves, mi mente q me dice q nunk lo voy a olvidar y q a ana no la puedo dejar, desearia tato no estar asi, desearia ser nromal, solo eso, pq nadie te peude kerer y ya, siemrpe buscan algo, no esperana ayudarte, sino q les retribuyas la ayuda de alguna manera......pq las personas q necesitas q te kiran, ella nos epreocupan pro ti, no el simportas y optn pro relegarse las responsabilidades entr ellos sobre lo qme esta apsando, prefieren evadirlo, evitarme y abandonarme, yo solo neecsitaba apoyo y nunk lo he conseguido, cada ves caigo mas y mas abajo del cono, siento q m e eprdi en el espacio, q me vovli imvisible, y aunq ser transparente era loq deseaba, no me siento bn, me seinto quebrada, siento q nadie peude recoger lso pedacitos q qdaron demi, y la uniac persoan qpeude hacerlo los piso los barrio y los boto...........
Dime tu como se sale dee sto, tuq si pudioste y q tiens ganas de luchar y seguir mejorando.....

tengo tanto meido de mi, de noopoder salir nunk de aki, de seguir asi, ya no doy mas, y el futuro lo veo peor, lo eveo peor o igual q el rpesnet, siento q todo lo qpalnee para mi vida nada resulto y nada fue real, nada estar bn......

He pesido ayuda, peros la genet con frecuencia oldia muy facil las cosas.....

Anónimo dijo...

En veces me haces reflexionar tantooo
en veces me haces reflexionar de mas :(

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Lau... me has dejado tan impactada que no supe como contestarte, así que dejé un post para ti.
Iron Princs: pensar nos permite cambiar. Espero.

Anónimo dijo...

Mate. Este blog es increíble. ¿Cómo puedo hacer que se vea así de bien?

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