jueves, 13 de noviembre de 2008

Familias que enferman

Dicen que infancia es destino, y atendiendo a esa sentencia se puede explicar una buena porción de lo que yace tras un TCA o una adicción: El miedo constante, la incertidumbre de saber si habrá mañana, de cómo encontrarás a tu padre y a tu madre, de si habrá comida en casa o tendrán que mudarse de nuevo; de si papá será el hombre sonriente o la sombra arisca; de si mamá será la de los brazos dulces y la risa de cristal o la de los gritos porque alguien ha dejado huellas en la alfombra y todo está mal...


Imaen: Elm Grove, de Dorothea Lange, 1936





Todas estas son heridas e incertidumbres que adquirimos en la infancia pero que a menudo nos marcan como jóvenes y como adultos, que se agazapan bajo la superfice de nuestra "normalidad" para salir de repente en un pleito de pareja, en una crisis de llanto en el trabajo, en una pérdida inexplicable de peso o en los residuos dejados sobre la porcelana de algún baño.


En mi caso, al anhelo de mi padre porque su primogénito fuera varón, a su prematura muerte, a la tremenda depresión de mi madre, el caos doméstico y las exigencias a menudo desmedidas que pesaron sobre mí respondí con huelga de hambre, léase anorexia. Hay gente que necesita más que esto, hay a quien le basta con menos para padecer un TCA.


Lo que importa es que la infancia no dura para siempre. Que aunque haya sido terrible, podemos crecer y ser adultos, y ser entonces otros. Sin embargo, debemos recordar que la madurez no es algo que llegue por acumulación inevitable de años; es una lucha que implica energía, fortaleza, valor. Madurar es abrir tus heridas para que sanen, enfrentar tus fantasmas y tomar de la mano al pequeño niño o niña que llevas dentro para mostrarle que ahora todo está bien porque tú haces que esté mejor.


Fotografía de la serie Miedos, de Cannon Bernáldez.

11 comentarios:

veneno para una hada... dijo...

Hoooola, tanto tiempo :)

habìa andado tan ausente. Pero ya estoy leyendo tus entradas que me encantan. Por ahi luego en otros blogs dicen: oye deberias escribir un libro y yo pienso mmm si leyeran el diario de Lilith se mueren¡¡¡¡¡¡¡¡ tù sì que escribes bien.

besos.

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Nadia, no sabes cómo me motivan tus palabras. Empecé a escribir por gusto y por necesidad cuando tenía ocho años y creo hacerlo me ha salvado de la muerte y/o la demencia total. Sé que un día publicaré (no sé si algo sobre esto) y ya se ve mi nombre (el real) en revistas y un librito... Digo, no soy Cielo Latini, no amo la fama barata y no quiero hacer un escándalo de que tuve anorexia ;). A mí me importa más escribir y saber que mis palabras pueden tocar a alguien como te han tocado a ti. Eso es lo que hace que todo valga la pena. Un beso.

Dhanaev dijo...

Querida Lilith, una vez más tus entradas, me hacen recapacitar.
En mi infancia, siempre fui una niña feliz, o al menos eso cuentan los que me conocieron. Pero con el paso de los años, pequeñas cosas me fueron afectando hasta enterrar gran parte de esa alegría.
Supongo que la bulimia comenzó cuando tuve problemas y no supe reaccionar, se perdieron las riendas.

Un comentario cuando tenía unos 10 años respecto a mi físico fue el detonante. Las palabras siempre han causado un gran poder en mí. Lástima que no me sobrepusiera en aquel momento...
Pero bueno, la vída es así, a pesar de todas las derrotas y todo el vértigo, no cambiaría ni un segundo. Me pertenece, y eso es lo que cuenta.
Algún día el fantasma se irá, en silencio. Y yo buscaré a esa niña y estaré completa de nuevo.

Escucharte entre océanos, me aníma y da esperanza.

Besos cielo, muchos :O)

Anónimo dijo...

hola nenaaa, me encntan tus post, soy una fiel seguidora de tublog, creo q es un respiro entre tanta polucion y la confusion ala q me enfrento a diario; y en cuanto a lo q dices de madurar, creo q en mi caso todo esto y mi vida en si se absa en una negacion a maurar, a afrontar mi condicion y a enfrentar mis problemass, temo a mi misma, temo a crecer, temo a q no me traten mas como una niña, como a una niña de coloresss...

gracias por escribir, hces parte de mi terapia...cuidate , un besito

Lau

Anthonella dijo...

Cada vez me cautivan mas tus palabras la sintaxis que forman parrafos llenos de ti, me impactan y me dejan inmersa a tu hsotira, quisiera seguir lleyendo, si lees mi blog, te daras cuenta de algo mas, por lo que leo tu blog. No pido que me ayudes , solo paso a saludar y a felicitarte por tu gran trabajo

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Dhanaev, dices algo muy cierto: los tca aparecen cuando perdemos las riendas. En mi caso, en mi infancia pasaron cosas trágicas en mi familia, pero debo decir que al mismo tiempo fui una niña sumamente amada. Por otra parte, los fantasmas se desvanecen cuando los expones a la luz. Un beso.
Lau: gracias por tus comentarios, me motivas a seguir escribiendo. Y lo dices muy bien, un tca es la materialización de nuestros miedos. Pero hablar de ellos suele ayudar más que castigar nuestro cuerpo. Abrazos para ti.
Anthonella: Gracias. Para mí, escribir acá es mi mejor y a menudo única forma de ayudar a quienes sufren también un tca. Porque como dice un amigo parafraseando a Paulo Freire: nadie salva a nadie, pero nadie se salva solo. Nos salvamos todos o no nos salvamos.

Ysabel Velasquez dijo...

Madurar es aprender esas lecciones que nos da la vida por duras que parezcan, es aceptar también que nuestros padres no tuvieron la culpa y no quisieron nunca hacernos daño con sus actos deliberadamente y que sólo hicieron lo que estuvo a su alcance para que todo ese torbellino no nos arrasara por completo. Yo también pasé por cosas duras pero no desarrollé un tca, sino que acumulé la rabia hasta que me dió una depresión terrible. Gracias a Dios la superé y pude aprender la lección.

Un abrazo con mucho cariño y mil felicitaciones por tu lindo blog!

LiLiTh (NeFeSh) dijo...

Hola Ysabel, gracias por tus sabias palabras. En efecto, una cosa dura de aceptar es el hecho de que a menudo no hay culpables de las cosas malas que pasan.
Por qué unas personas desarrollamos un tca (o una adicción) y otras no es un tema que me ha interesado mucho, ya pronto subo una entrada sobre eso.
Besos y un abrazo de oso.

LUCIA GARCIA ESPINOSA DE LOS MONTEROS dijo...

Hola, buenos días. Encontré tu blog hace algunos meses y me gustó mucho. Este año mi hija de 19 años enfermó de bulimia. He sufrido, padecido, aprendido, consolado, llorado... preguntado, encontrado... puros participios. Su enfermedad nos ha movido muchas cosas y hemos aprendido junto con ella, a conocernos, a hacernos preguntas y a tratar de encontrar también una respuesta. Gracias al cariño y al apoyo de muchas personas y del mismo lugar donde está, hemos podido atenderla en su tratamiento.

Me ayudan mucho tus palabras, me dan consuelo, me hacen llorar aveces, pero no es un llanto triste o desolado, aveces me haces llorar al identificar en mí a esa niñita frágil que pide atención, aunque yo sea una sra de 52 años con dos adultos ya. O también al verme con mi cara de mamá que se enoja y dice que todo está mal. Y ver también como muchas de estas cosas, también enfermaron a mi hija Abril. También me gusta mucho leer tus relatos de viaje, pues yo soy una viajera incansable, aunque de mamá no es igual, pero ahí ando como se puede. Me gustan también las pinturas y grabados que incluyes. y La información de los libros y los autores y autoras.

El sgte viernes vamos a hacer un pequeño evento sobre los trastornos alimenticios, habrá una charla, una exposición fotográfica y lectura de textos literarios de autores o autoras que han tenido TCA. Al final algunas chicas leerán sus testimonios. Quiero pedirte permiso de leer algunos fragmentos de tu blog, dándote tu crédito por supuesto. Me lo permites?
La lectura se hará en la Fundación Cadavieco, es un lugar que tiene como lema "el arte también salva", está ubicada en Magdalena Contreras, en la Ciudad de México.El evento lo estamos haciendo para hablar del tema y tratar dequitar el estigma de las enfermedades mentales, esas expresiones de "loco o loca", cuando haces algo que no me gusta.... y también presentar la fotografía y la literatura como un camino de expresión para encontrarse con unos mismo y ayudarte como dices tu, a enfrentar tus fantasmas y a tomar a tu niño o niña a llevarlo por caminos más seguros.
Espero me puedas contestar pronto y pueda leer tus palabras, sanadoras y profundas... no te conozco, pero, es de verdad hermoso, que las personas podemos quedar unidas, cercanas, semejantes, con las palabras. Tal fuerza tienen. Gracias.


Lilith Nefesh dijo...

Hola Lucía. Perdón por la tardanza en responder. Creí que había contestado y apenas veo que nunca se publicó. Claro que puedes usar los textos, y no sabes cómo me conmueven tus palabras. Si tienes tuiter mándame un mensaje. Estoy como @adelmoral. O déjame tu mail en un comentario.
Abrazos, espero tu hija esté mejor.

Lilith (Nefesh) dijo...

Hola Lucía. Perdón por la tardanza en responder. Creí que había contestado y apenas veo que nunca se publicó. Claro que puedes usar los textos, y no sabes cómo me conmueven tus palabras. Si tienes tuiter mándame un mensaje. Estoy como @adelmoral. O déjame tu mail en un comentario.
Abrazos, espero tu hija esté mejor.

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