No sabría explicar cómo se fue la angustia, simplemente pasó, aunque aún me toma a ratos, ya me deja respirar la mayor parte del tiempo. A veces pienso que es como el humo: si la dejas acumularse te ahoga, pero si abres una pequeña rendija va escapando poco a poco.
Las cosas no están de maravilla: es incierto que me contraten el próximo semestre en la escuela donde doy clases; con los cambios en los impuestos y la crisis económica hacerla de freelance implica cada vez menos dinero, más burocracia y menos oportunidades (dos revistas donde publicaba cerraron este año).
Pero hay luces que se anuncian. Un amigo me ofrece un trabajo que puede ser interesante, a quince minutos de mi casa y en algo relacionado con lo que adoro: los libros. El negocio que tengo con mi novio promete mejorar, quizá me deje para algo más que gastos extra.
Con todo, hay días que me ponen una sonrisa en el rostro. Una sonrisa pequeña, que apenas curva los labios, pero que ilumina por dentro comu una velita. Fue mi cumpleaños, y temía que esta pequeña crisis de angustia-depresión echara todo a perder. Pero al mismo tiempo no tenía muchas expectativas. Y justo eso, no esperar nada, hizo que todo fuera perfecto: mi novio cantándome a las seis de la mañana cuando abrimos los ojos abrazados, mi tía llamando desde India con una estática terrible en la línea, un desayuno enormísimo, caminar una hora sola resolviendo pendientes, comida griega con la familia, una clase apacible sobre semiótica, con los ojos de varios alumnos fijos sobre mí, las llamadas, los mensajes, los correos: no podría pedir más. No sé si ha sido mi mejor cumpleaños. Seguro en otros me sentido más frenéticamente alegre, más exitosa, más exaltada. Pero este día lo tuvo todo porque no esperaba nada.
Como mucha gente con anorexia, he pasado mucho tiempo de mi vida obsesionada con la perfección: más que con el cuerpo perfecto, con ser la amiga, la novia, la hermana, la hija perfecta. Con lograr el ensayo, la línea, la clase, el catálogo perfectos. Con hacer momentos perfectos.
No sólo la gente con trastornos alimenticios pasa mucho tiempo esperando cosas que nunca llegarán: los cincuenta kilos, la talla 34, el IMC 17, la cintura de 60. Y digo que nunca llegarán porque cuando finalmente ocurren pasamos de largo por ellos: no eran lo que esperábamos. Y así la vida se nos consume en una espera angustiosa sin fin. No existen el cuerpo, la mujer, la relación o el trabajo perfectos.
O quizá sí, pero sólo podemos verlos si aceptamos las cosas como vienen, si le sacamos jugo al presente como si fuera todo lo que tuviéramos (que lo es). Y al final la perfección es una cosa más natural, más simple que todas nuestras esperas. Algo que pasa mientras estás ocupado haciendo otra cosa. Algo que podemos sentir, aunque sea por instantes.
(Nel.la: tengo un pendiente contigo. Lo saldo a la brevedad, yo te envío antes el escrito, gracias por las fotos)
9 comentarios:
Venía primero a agradecerte tu comentario, porque me ha gustado mucho y también es mi manera de pensar, aunque cuando estamos en mitad de la tormenta no podamos verlo... a veces han de pasar incluso años para descubrir que "aquello que ocurrió" tenía un propósito mucho mayor, y nos damos cuenta de que, en efecto, tenía que ser así... Pero mientras tanto, seguiré inventado esos finales felices que aún sigo deseando... porque, aunque por un lado me llenan de nostalgia, por otro me ayudan a no perder la esperanza y aferrarme a algo, aunque sea una mera ilusión, hasta que el dolor sea más soportable...
No sólo te quería comentar eso, sino también decirte que tu escrito me ha emocionado mucho, me ha encantado, me ha dibujado una de esas sonrisas de las que hablas, perqueñitas en los labios, pero que encienden una vela en nuestro interior... Es cierto que "la perfección" es inalcanzable, pero una verdad aún mayor (y esto también está relacionado con mis versos y tu comentario), es que, si aceptamos las cosas tal y como son, al final podremos ver que en verdad todo es perfecto tal y como es... son las mentes humanas las que nos empeñamos en hacerlo todo mucho más complicado de lo que es.
Te envío un fuerte abrazo, y deseo que cada día te encuentres mejor de ese bache... Por lo demás, no te preocupes, siempre estás a tiempo, no corre prisa, todo se hará en su debido momento =)
Millones de besos, y gracias por esa sonrisa...
es primera vez que paso por tu blog, y me ha llamada la atenciòn el nombre " extranjera en mi cuerpo" es verdad a veces uno se siente ajena a uno mismo, una sensaciòn de inconformidad enorme, de querer huir.
Somos ollas de presiòn, cuando la olla està al maximo tiende a explotar por cualquier lado, incluso si ese lado es destruirse a sì misma.
Que la perfecciòn sea inalcanzable le da ese gustito a no sè què, esas ganas de querer alcanzarlas, porque es desconocida por todos, porque la felicidad como la perfecciòn viene en momentos, no para toda la vida, pero siempre encontramos un pero en el centro de todo, " estoy feliz, pero..." uno mismo se pone los peros, es cuestiòn de ver las cosas con mayor claridad.
En fin, no me alargo, me gustò tu escrito, hace que uno piense y diga " es cierto"
Un beso, al final del tunel hay luz, si no, habrà que romper el tunel.
Nel.la: me ha emocionado mucho lo que dices. Creo que es cierto, nuestras mentes son las que nos atrapan en juegos interminables donde siempre llevamos las de perder. Pero también podemos parar eso y ver que todo es tal como debe de ser, en el momento preciso, que no hay mejor momento que este. Muchísimos besos preciosa.
fantasías: creo que el secreto es no ponernos peros. Cortar la frase antes del pero. Porque hoy puedo estar en el agujero veinte minutos, pero dos horas después puedo ser también increíblemente feliz. El chiste es aceptar ambas cosas sin peros, así, simples. Un abrazo.
Gracias por pasarte y leerme , me he tomado la libertad d mterme un poco e tu mundo y decir.. es verdad, detalles q te hacen sonreir..
..pasarse el dia siendo perfecta..yo solia hacer eso.. la hija la amiga la novia la prima la...la q tenia q ser perfecta y luego me canse y tire todo a la borda y me hice lo mas imperfecta q pude y ese fue otro gran error.. y ahora.. aunq parece q esta todo siento q mi mundito tonto se consume poco a poco..
pero poco a poco tambien hay cosas qme devuelven la sonrisa..como tu escrito hoy..
pero..
no,..cortare la frase ants del pero.
Samantha Duvert: me alegra que te haya hecho sonreír mi entrada. En efecto, debemos aprender a cortar las frases antes de ponernos peros. Saludos.
Hola hermosa cómo estás?? Espero que tu inicio de año haya sido muy bueno y que continue asi por todo lo que le resta, este y muchos más.
Supongo andas muy opcupadita, si es asi me alegro, nada mejor para despejarnos que el trabajo verdd! Yo justo ahora estoy de vacasiones asi que me di un tiempito para darle una manita de gato al blog, me acordé de ti pue spuse alguna simágenes en la columna lateral que justo encontre en tu blog, son maravillosas!
Y bueno, era solo saludarte, decirte que se te extraña y mandarte un sincero abrazo
Lilith...quizas no me recuerdes, pro dios mio...cuantas noches en vela me e pasado leyendo y releyendo tu blog...cuantas veces me as exo llorar...me surgen sentimientos de añoranza y alegria de volver a encontrarte por estos lares!!
mi blog antes era uncuentosinfinal, aora lo e cambiado, aunke solo el titulo, la estructura sigue siendo la misma asi k si te pasas kizas recuerdes algo de mi...lo malo esk los post antiguos tb estan kitados..pero bueno, no importa..
de todas formas..me alegra un monton saber ke sigues escribiendo...esta noche a sido alegre!=)
un beso muy grande
Hola, preciosa, sólo quería decirte que ya tienes mi e-mail. Intenté enviártelo ayer, pero me falló la conexión y no pude, pero te lo he enviado ahora mismo.
Un montón de besos!!
Elena: Ya me pasé por tu blog, me gustó aunque el otro diseño me parecía más alegre, más distinto a lo que se ve en estas páginas. Un beso.
Arcángel: Te deseo todo lo mejor, claro que me acuerdo de ti.
Nel.la: ahora mismo subo la entrada.
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