Paradójicamente, esta inseguridad a menudo nos hace mostrarnos terriblemente duras o incluso agresivas.
Además, en el caso de las mujeres la belleza suele ser un arma de dos filos: muchas se arreglan para deslumbrar a sus semejantes, más que para sentirse bellas consigo mismas o atraer la atención de los hombres; hay quienes se sienten incómodas ante otras mujeres porque éstas son más bellas.
En la foto estoy con mi hermana en su graduación.
En lo personal, me gusta mirar a las chicas hermosas como si fueran obras de arte. Y cabe aclarar que me parecen tan bellas las gordas de Rubens como Kate Moss.
Sin embargo, como toda persona que ha sufrido un TCA en ocasiones me siento sumamente insegura sobre mi apariencia, lo cual me ha traído no pocos problemas. Uno de los más recientes fue en la graduación de mi hermana (no es mi hermana en realidad, pero como si lo fuera). En cierto momento ella me llamó aparte para decirme que sentía que yo le estaba coqueteando a mi cuñado. La verdad era que yo me sentía terriblemente insegura. Estaba cansada, no conocía a nadie además de ellos dos, llevaba un vestido prestado y me maquillé en el auto. Estaba coqueteando, sí. No directamente con él, ni con ninguna intención, sino sólo porque me sentía un tanto olvidada en la fiesta. Afortunadamente mi hermana y yo tenemos una relación tan honesta que lo hablamos de frente y el asunto quedó zanjado.
El segundo episodio no puedo decir que haya tenido nada en particular que ver conmigo. Fue el cumpleaños de uno de mis mejores amigos. En algún momento su novia me dijo "eres preciosa", seguido por un "sí me daría celos si te veo abrazándolo mucho". Y de ahí siguió un largo y minucioso interrogatorio sobre la relación entre él y yo. Si nos hemos gustado, si alguna vez salimos, por qué nunca anduvimos, si me enamoré de él. Aquí sí conocía a varias personas, no estaba tan especialmente arreglada, pero sí llevaba una blusa ajustada. Traté de comprender a la novia de mi amigo y lo quiero tanto que terminé abrazada con ella, ayudándola a bajar las escaleras para ir al baño en la madrugada cuando ella ya estaba terriblemente borracha.
Acá, con mi amigo. La verdad, sí tuvimos una temporada bastante extraña en nuestra relación. Pero hoy puedo decir que si cuando lo conocí en un autobús destartalado leyendo un libro de Cortázar me hubieran dicho que iba a terminar guiando de la mano a su novia borracha igual recorrería todo el camino.
El mundo actual sobreestima la belleza femenina y si basamos sobre ella nuestra confianza y autoestima corremos el peligro de que, con el paso del tiempo y sus estragos, los cimientos de nuestra identidad se desvanezcan. Basar una vida, una personalidad o un modo de ser en el hecho de ser bella equivale a construir un palacio sobre arenas movedizas.
Por otro lado, nuestra inseguridad también puede hacer que construyamos murallas de altanería o coquetería que más de una vez nos traigan malos entendidos. Supongo que la mejor política para enfrentar estas cosas es la honestidad. Y recordar, una vez más, que la belleza es una cosa de actitud.
12 comentarios:
FOTOGRAFO Steven Meisel
ENCANTADA K TE GUSTEN.
Es dolorosamente cierto todo lo que dices, sin embargo, también es dolorosamente difícil aceptarlo y asumirlo en toda su amplitud y verdad. A día de hoy la belleza gana la batalla en el terreno estético, y las miles de jovencitas que nos aturdimos con la televisión, la radio, o la prensa, olvidamos que esa palabra abarca mucho más que el aspecto exterior.
Me ha encantado leerte. Un beso.
Julie: gracias por el dato. Son muy buenas las fotos.
Strange: siempre es difícil lidiar con la verdad... pero al final resulta más sencillo que encerrarnos en nuestras mentiras.
Hola guapa!
Pase x aki buscando desahogo a mis demonios y encontre tu perfil
Tan transparente, tan sicero, tan lleno de ti
Las verdaderas amistades dicen de frente lo ke el resto de la gente nunka entiende
Ke aforrunada eres.
Kiza es solo la soledad del Alma ke nos causa frios
Te sigo, la fragilidad del alma nos endurece los gestos
No los suenios
Besos
Bella
Belladonna: Hola, me alegra que te haya gustado la página. En verdad, creo que lo mejor de mi vida son las relaciones que he entablado con otras personas, entre ellas mi hermana. Que la fragilidad no te endurezca. Aunque la verdad es dura, hay que ser suaves para dejarla salir. No ponernos barreras, sino aceptarnos.
¿Sabes? cuando yo estaba mal me pasaba un poco al revés: quería que no se me viera, de hecho cuando alguien me decía "guapa" o cualquier otro piropo, mi mente inmediatamente entendía "gorda, te sobran 10 kg." Puede parecer un poco absurdo, pero así era, y la explicación es que mi trastorno no estaba tan relacionado con mi físico, sino con haber sufrido abusos sexuales, y claro, lo que deseaba era no ser deseable nunca más, dar asco a los hombres, desaparecer por completo (a parte de auto castigarme por el sentimiento de culpa que a base de terapia comprendí que no tenía porqué sentir, aunque aún a veces me cuesta...).
Ahora que empiezo a estar mejor, que estoy curándome, empiezo a arreglarme más, a coquetear, a vestirme más femenina. Mi psicólogo me dice, dándome la enhorabuena porque sabe que eso significa que estoy mejorando, que estoy muy guapa y cada vez más, y a veces me asusta un poquillo, cuando estoy insegura, pero en general empiezo a sentirme mucho mejor con mi feminidad, y lo cierto es que me arrepiento de haberla ocultado tantísimos años.
Ahora si hago deporte o cuido lo que como sé que es por estar mejor de salud y por estar más bella, y no por adelgazar...
Respecto a ti, es que realmente eres muy guapa!! Y tienes toda la razón del mundo: la belleza no sólo está en los cánones que nos imponen, y me encanta comprobar que según voy recuperándome puedo apreciar cuánta gente bella hay por el mundo. Y me parece mucho más bella una mujer con una sonrisa de felicidad que le ilumine todo el rostro, tenga el aspecto corporal que tenga, que una mujer "escultural" con mala leche, mal humor y expresión amargada.
Un abrazo muy fuerte! Una vez más me has ayudado a reflexionar... lo que me preocupa es si mis comentarios son demasiado extensos... tú dímelo sin problemas, que los resumo!!
Nel.la: Me ha encantado tu comentario y no sabes cuánto gusto me da escuchar que vas mejorando. Creo que eres una chica preciosa, no sólo por fuera (que qué bueno que cada vez lo demuestres más), sino especialmente por dentro.
No estoy lo suficientemente inspirado como para escribir algo coherente xD,
Pero leí, y esta bueno lo que decís.
Saludos infinitos!
Soy Elena. Hola (antes que nada). Llevo algunos meses leyendo tu blog y no me había atrevido a escribirte, no sé, esto de personalizar mis comentarios aún me cuesta algo. El punto es que me encanta leerte y re-leerte. Padezco un TCA, nada diagnosticado, por falta de valor a contarlo, a enfrentarlo. Tengo 23 años y mi primera experiencia con esto fue a los 16.
Me gusta escribir, no creo hacerlo de forma tan inspiradora y contundente como tú pero hago el intento por darme a entender. Decidí (por fin) abrir mi blog, tengo mucho que decir, que expresar y esto me va a ayudar, ¿por algo se empieza no?. Creo también tengo la esperanza de que por medio de el mis amistades, quienes lo lean sepan comprenderme un poco más, yo me conozco y al menos eso es algo de lo que me siento orgullosa respecto a mi.
Bueno, apenas empiezo pero espero pases a checar mis locuras redactadas (http://protestamuda.blogspot.com/) ojala que muchos lo lean, no será un blog que hable abiertamente de mi bulimia, tampoco la ocultara, quiza con el tiempo logre expresar eso también.
Aún hay mucho que no logro entender como poner, como links y cosas de esas, pero espero poco a poco hacer de ese blog algo digno de verse.
Un saludo y Gracias!! Tus palabras, tus anecdotas en realidad que me ayudan mucho.
Fede: saludos a ti también.
Elena: pues bienvenida a este mundo de los blogs. Creo que en efecto escribir es una magnífica terapia.
Duele enterarme de que lo que dices es verdad...!
Saludos
Sofía: La verdad duele. Pero duele porque estamos vivmos. ;)
Y repensando lo que dijo Nel.la... esto me pasa sólo ahora que estoy prácticamente recuperada.
En las peores crisis del trastorno lo que en realidad quería era que nadie me mirara, ni me tocara. (Yo no fui víctima de abuso ni nada, pero en realidad había veces que no toleraba el contacto físico). Prácticamente, desaparecer, desvanecerme.
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