Recuperarte es quizá lo más difícil que vas a enfrentar en tu existencia. Asegúrate de que es lo que en verdad quieres y de que darás la batalla para tener algo más que una vida a medias.
1. Debes reconocer que padeces un trastorno de la alimentación. Aparentemente esto es fácil, pero en realidad puede llevarte mucho tiempo porque a veces nos engañamos diciéndonos que podemos dejarlo cuando queramos, o que es una elección cuando en realidad es una enfermedad.
La habitación de hotel, Edward Hooper
2. Querer recuperarte. Esta decisión la tienes que tomar por ti, porque son TU vida, TU salud, TU futuro, los que están en juego. Si no estás segura, no lo hagas por nadie más. Te encerrarás sólo en un espejismo, gastarás energía inútilmente y tarde o temprano llegará la recaída.
3. Si llevas mucho tiempo enferma, probablemente no tienes ni idea de por dónde empezar. Trata primero de ordenar tus ideas para poder explicarle la historia a los profesionales que te ayudarán en la recuperación.
4. Decidir cuáles son tus principales objetivos a alcanzar con la recuperación. Después, debes elegir qué tipo de terapia quieres seguir y cuál es el profesional que más te conviene. Existen muchas opciones, incluso terapias alternativas. Lo más común es contar con un psicólogo, un psiquiatra y un nutriólogo, pero todo depende del caso. Sólo recuerda que sin una buena alimentación es imposible tratar emocionalmente a alguien y que sin ayuda psicológica hacerte comer es un esfuerzo vano condenado a la recaída.
Para muchos no es tan terrible la enfermedad como el hecho de comer otra vez para recuperarte... simplemente no estás acostumbrada. Por eso la ayuda profesional sirve, para dejar que alguien más se ocupe por ti de la comida.
Mujer saliendo del psicoanalista, Remedios Varo
5. De esto sólo tú puedes salir, pero no tú sola. Una vez que has admitido el problema ante ti misma, habla con alguien más. Tus padres, tus amigos o tu pareja estarán para comprenderte y para animarte en los momentos difíciles.
6. No te rindas. Recuperarse es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo. Quizá habrá días en que te sentirás tremendamente mal o en que todos tus empeños parecerán inútiles. Recuerda constantemente lo que has avanzado y piensa que lo que recuperas cuando te recuperas no es otra cosa que a ti misma.
Así como se pierde la costumbre de comer, quizá lo más duro es que tampoco estamos acostumbradas a la felicidad, por eso corremos peligro de destruirnos una y otra vez. Pero la felicidad, como todo en la vida, puede aprenderse y practicarse.
7 comentarios:
...y existen la recaídas, son muy posibles, pero no por ello debemos rendirnos, sino aceptarlas, dejar de castigarnos más por haber recaído, y buscar la manera de volver al camino.
A veces las recaídas, sobre todo si ya llevamos varias o si llevamos bastante tiempo mejor, nos parecen el fin del mundo... pero no tenemos que quedarnos en ese lamento, sino quitárnoslo de encima y volver a la lucha =)
Mi caso es algo complicado, crónico, pero así y todo, aunque va lento, casi demasiado lento, me alegra mirar atrás y darme cuenta de que, a pesar de las caídas, cada vez estoy un poco mejor.
Eso por sí sólo, aunque no consiga llegar al final del camino, ya me hace sentir que mi vida y mi lucha valen la pena.
Sí que se puede salir. Es un largo camino, muy duro, ni siquiera sé yo si conseguiré llegar al final algún día, pero lo más importante es tener las ideas claras, y en mi caso estoy segura de que no me rendiré, porque además cada día me siento más fuerte. Puede que haya temporadas en que me rinda, pero acabaré retomando el camino de mi curación, porque es en realidad lo que más quiero.
Y sí: a veces cuesta tomar la decisión de querer salir, incluso habiéndola tomado hay veces en que nos echamos atrás... pero así y todo tenemos que seguir adelante.
A mí aún me queda un largo camino, pero de alguna manera cada día que pasa me siento más cerca de la salida, con una gran sonrisa en el alma...
Un abrazo muy fuerte =)
a vecs solo keisiera cerar los ojso y olviar todo para no epnsar ams en esto, mirarme al espejo y ser feliz o almenos normal, hacer el amor pensando en ello y no en lo gorda qu stoy, en la pena que me da mostrar mi cuerpo; es muy complicado y mas cuando se sabe q muy en el fondo no keiro salir de esto, tengo meido a vivir, a intentar, a hablr o a penar, ana es uan forma de vivir en el anonimato a traves de dolor, dela tristeza y la fragilidad.
muchas evsc lo logro, logro estar bn, pero luego bien la hora del almuerzo....solo para recordarme q no existo, o al menso no apra mi, solo para una ilusion de lo que keisiera ser y nunk sres
Nel.la: creo que eso es lo importante, no perder de vista los avances aunque a veces parezcan casi imperceptibles. El camino es largo, y aunque a veces desfallezcamos eso nos hace emprender con más brío cuando nos levantamos. Besos, me encanta lo de tu sonrisa.
Lau: es que en el fondo es justo eso: el miedo a vivir, a pensar, a salir del anonimato del dolor y construirnos una historia diferente. Quizá te lleve tiempo darte cuenta de si en verdad quieres salir, pero a veces los momentos en los que peor nos sentimos pueden ser también el momento para que nos llegue la luz.
quieor el camino hacia afuera!
tienes un premio en mi blog :)
Iron Princs:
Gracias por el premio, tuve unas semanas duras. Ahorita lo pongo. :D
Y recuerda que el salir de esto está en nosotras, besos.
... no sabes lo que te admiro...
Por pedir ayuda, por aceptarla...
Por regalarnos tu experiencia, la dolorosa y la que nos da moraleja.
Caminar hacia fuera es duro, porque primero hemos de mirarnos por dentro...
Besos mil :o)
Dhanaev: Me ha animado increíblemente tu comentario. Justo estos días he estado planteándome el tema de regresar a terapia porque he tenido unos pequeños bajones... Y creo que tendré la fuerza de hacerlo, debo tenerla. Por mí, por la vida, por todo. Besos, que en efecto lo más duro es mirar hacia adentro, pero en tu caso tienes un interior hermoso.
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