Personajes:
mi terapeuta: 33 años, psicóloga, con formación de psicoanalista, también sufrió de anorexia y bulimia por 9 años. La terapia que manejé con ella no es psicoanálisis estricto.
mejor amigo de mi poeta o marido de mi terapeuta: es el mejor amigo, y a la vez el padrino (en un grupo de 12 pasos) de mi novio. Ahora es también marido (o pareja, no sé en realidad si se casaron) de mi terapeuta.
mi viaje: el verano pasado hice un viaje de casi cuatro meses a India, Marruecos y España.
La historia:
Tuve una crisis de anorexia (la última que he tenido) a los 21 años. Mi poeta, que en ese entonces no era mi pareja, me recomendó a una terapeuta especialista en TCA que trabajaba con su mejor amigo.
La terapia bien, lenta pero bien. Y sobre todo, me ayudó mucho con algunas cosas que para mí eran duras en ese momento.
Ocho meses después... Suspendí para irme a India, mi terapeuta estuvo de acuerdo y todo muy lindo. Y a mi regreso resultó que ella estaba embarazada del amigo de mi poeta (mi poeta y yo llevábamos para ese entonces unos cinco o seis meses de estar juntos de nuevo). Y lo peor, yo me enteré del asunto porque mi poeta, influenciado por la paranoia de su amigo, me lo contó. El caso es que yo tuve varicela en España y el amigo no quería correr el riesgo de que yo pusiera en peligro a su bebé. Por eso decidieron decirme lo que no me habían dicho en casi un año.
Regresé a terapia, pero no fue igual. Digo, a mi terapeuta la veía embarazada, pero no hablamos de que yo conozco al papá de su hija. Y al final, creo que la situación me fue bloqueando, que me sentí incómoda y dejé de hablar en las sesiones. Al final hice un cierre de terapia y puse fin al asunto.
Pero ahora, un par de meses después, me doy cuenta de que en el proceso de sanar abrió heridas que ni siquiera notaba que tenía, y que necesito cerrarlas. No sé si regresar con mi terapeuta (la situación es rara... se supone que uno no sabe nada del terapeuta, y yo me he ido de farra con su ahora marido) o si cambiar.
En fin, creo que este es el tipo de cosas RARAS (no digo buena ni mala) en que sólo yo me meto. Accedí a ir con mi terapeuta sabiendo que era compañera de trabajo de alguien que conozco, y descubrí que es muy profesional y muy capaz... pero creo que me decepcionó un poco. Ya hablé con ella y le dije que me hubiera gustado saber de boca de ELLA si había alguna interferencia en terapia. Ella dice que si yo lo sentí pude haberlo preguntado... y yo simplemente lo imaginé, se lo pregunté al poeta, él negó todo y yo le creí. Luego me enteré como me enteré. Pero pasado aparte, ahora tengo miedo de que en el futuro ocurra algún otro evento extraño y mi poeta o su amigo intervengan en un proceso de MI recuperación que se supone ocurre entre cuatro paredes (el consultorio) entre dos personas (la terapeuta y yo).
Me terapeuta dice que ella consideró que lo mejor terapéuticamente era dejar que yo preguntara. Pero lo que hicieran su marido y mi poeta estaba fuera de su control. Y cuando yo me fui ella no sabía que estaba embarazada. Y cuando regresé, nunca imaginó que su marido entraría en paranoia con las consiguientes consecuencias.
Ella me pidió una disculpa, pero sostiene que hizo lo mejor que pudo. Y que ella siente que no se equivocó en nada.
Yo digo que hubo un error, que definitivamente NO fue su culpa (fue algo complejo e imprevisto) y me gustaría que alguien me dijera si estoy en lo cierto.
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